En 2021, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) seguirá elaborando planes regionales de respuesta (PRR) para los refugiados en múltiples contextos a fin de responder a diversas crisis de refugiados, incluidas las situaciones mixtas de desplazamiento de refugiados y migrantes
Los PRR de 2021 abarcan la respuesta interinstitucional en 33 países de acogida de refugiados, articulando la protección y las soluciones y describiendo las necesidades de los refugiados y otras personas de que se ocupa el ACNUR, así como de las comunidades de acogida afectadas por las crisis. Las actividades de respuesta apoyan los objetivos establecidos en la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes de 2016, y garantizan los vínculos adecuados con el Pacto Mundial sobre los Refugiados (GCR).
Reconociendo la importancia del enfoque integral de la sociedad, los PRR de 2021 se elaboran con intervenciones conjuntas para dar respuestas predecibles a los refugiados y las comunidades de acogida a corto y mediano plazo. Una amplia gama de actores, entre ellos las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y nacionales, la sociedad civil, las organizaciones religiosas y las dirigidas por refugiados, instituciones financieras y de desarrollo y el sector privado, seguirán estableciendo sinergias con los gobiernos de acogida. Éstos garantizarán la prestación de asistencia humanitaria y apoyarán el desarrollo sostenible, asegurándose de que nadie se quede atrás.
Planes regionales de respuesta para los refugiados: Panorama general de los llamamientos (2021)
En su calidad de planes interinstitucionales unificados, los PRR se basan en las ventajas comparativas de los distintos socios y comprenden estrategias detalladas destinadas a responder a situaciones de desplazamiento con repercusiones regionales. En 2021, los PRR integrarán las nuevas necesidades sanitarias y socioeconómicas causadas por la pandemia de COVID-19 en las respuestas humanitarias en curso. Los planes interinstitucionales incorporan un enfoque basado en las soluciones, fomentando la autosuficiencia y la capacidad de recuperación mediante una visión global sólida y la participación coherente de los socios y los gobiernos de acogida en la búsqueda de protección y soluciones para los refugiados, los migrantes y los miembros afectados de las comunidades de acogida.
Burundi Regional
Análisis del contexto, crisis y necesidades
A pesar del aumento de las tensiones en Burundi durante las elecciones de mayo de 2020, no se produjeron grandes desplazamientos forzosos dentro del país ni a través de las fronteras. El nuevo Gobierno de Burundi ha instado a los refugiados que han huido del país, incluidos los críticos del Gobierno y los activistas de derechos humanos, a que regresen a sus hogares. Desde agosto de 2020, se ha facilitado un número cada vez mayor de regresos voluntarios desde Tanzanía y Rwanda, así como desde la República Democrática del Congo. ACNUR seguirá facilitando la repatriación voluntaria de los refugiados de Burundi que expresen su deseo de regresar, pero sigue siendo fundamental brindar protección internacional a los refugiados que no deseen regresar en este momento y respetar plenamente su derecho de asilo.
La mayor parte de la población de refugiados sigue dependiendo de la asistencia humanitaria. Viven en campamentos densamente poblados con viviendas, servicios de salud e infraestructuras de agua, saneamiento e higiene inadecuados, a lo que se suman los recortes de las raciones de alimentos en varios países debido a la falta de financiamiento. La pandemia de la COVID-19 agravó aún más la situación.
Los refugiados burundianos se enfrentan a múltiples riesgos de protección, en particular la violencia sexual y de género, incluidas las relaciones sexuales de supervivencia y los matrimonios precoces, debido al acceso limitado a los medios de subsistencia, el cierre de escuelas, el hacinamiento en los albergues, la falta de suministro de energía en el hogar y la reducción de la asistencia humanitaria. Los niños refugiados constituyen más del 50% de la población de refugiados y están expuestos a riesgos particulares. La situación de los niños no acompañados y separados es particularmente preocupante, ya que muchos sufren de abandono. Los adolescentes han recurrido cada vez más a mecanismos negativos para hacer frente a la situación.
Situación prevista para 2021 y más allá
En el contexto de la respuesta a los refugiados, los socios del PRR seguirán dando prioridad al apoyo a los niños, las mujeres y las personas que viven con discapacidades o con otras necesidades específicas y consolidarán los mecanismos de protección de base comunitaria. Se ampliará el apoyo psicosocial y de salud mental.
Es urgente crear mejores condiciones para promover la autosuficiencia de los refugiados en los países de asilo. Ello puede hacerse mediante el aumento de las oportunidades de medios para ganarse la vida, la ampliación de las intervenciones basadas en el dinero en efectivo que promuevan la inclusión financiera de los refugiados y su contribución a la economía local, y una mayor inclusión socioeconómica de los refugiados (en particular en las esferas de la salud, la educación y el empleo). Los socios del PRR procurarán integrar la respuesta a los refugiados con los planes de desarrollo y los esfuerzos por promover el crecimiento socioeconómico ampliando las intervenciones en materia de medios de vida en los campamentos de refugiados, los distritos de acogida y las zonas urbanas, y asegurando la inclusión de los refugiados en los sistemas y servicios nacionales. Se reforzarán las alianzas con el sector privado a fin de mejorar las oportunidades de trabajo de los refugiados mediante actividades de promoción y de formulación de políticas.
La repatriación voluntaria prevista de unos 141.000 refugiados de Burundi en 2021, principalmente de Tanzanía (93.000) y Rwanda (40.000), requiere el fortalecimiento de los centros de asesoramiento, registro y salida, la renovación o construcción de instalaciones de tránsito y la contratación de personal adicional calificado para realizar los trámites previos a la salida y el apoyo logístico. Se deben organizar pruebas de detección de la COVID-19 para todos los refugiados que parten, lo que requiere una mayor adecuación de las instalaciones sanitarias y de agua y saneamiento.
Retorno voluntario de los refugiados burundianos de Rwanda
Prioridades de la respuesta en 2021
En el documento 2021 Burundi RRP se esboza la estrategia de respuesta delineada por múltiples organismos y las necesidades financieras de 35 socios que prestan apoyo a los gobiernos de acogida. La estrategia ofrece protección y asistencia a los refugiados burundianos en los cuatro principales países de asilo, ayuda a los miembros afectados de las comunidades de acogida y apoya a los refugiados que regresan a Burundi. El plan actualizado elaborado de conformidad con el Modelo de Coordinación para los Refugiados adopta un enfoque amplio y orientado a la búsqueda de soluciones e incluye las repercusiones en las comunidades de acogida. En el plan de respuesta a la situación de Burundi de 2021 se prevé una mayor colaboración con los socios para el desarrollo y la consolidación de la paz a fin de mejorar los servicios y la infraestructura en las zonas de acogida y de retorno de los refugiados. Se está elaborando un Plan conjunto interinstitucional de retorno y reintegración de refugiados para 2021 a fin de mejorar la capacidad de asimilación y las oportunidades de reintegración en las zonas de retorno de Burundi, como complemento del PRR. Esto se hace a la luz del creciente número de regresos de refugiados a Burundi desde agosto de 2020, y del elevado número de repatriaciones voluntarias que se prevé para 2021.
La República Democrática del Congo, Rwanda y Uganda han desarrollado respuestas para los refugiados en consonancia con el Pacto Mundial sobre los Refugiados, concediendo el derecho de circulación a los refugiados, facilitando a éstos el acceso a los servicios sociales nacionales y apoyando el objetivo de la autosuficiencia. En 2021, los socios del PRR seguirán preservando el acceso al asilo y asegurando la recepción, la protección y la asistencia a los refugiados de Burundi, incluidos los recién llegados, con asistencia específica para las personas con necesidades concretas, utilizando un enfoque basado en la comunidad. Se registrará a los refugiados y se les expedirá documentación (tarjetas de identidad nacionales, registro de nacimientos y matrimonios). Además, los socios del PRR intensificarán las actividades para mejorar la coexistencia pacífica y la cohesión social entre las comunidades de acogida y los refugiados, incluso mediante la protección del medio ambiente. Las actividades de prevención y respuesta a la COVID-19 también continuarán a lo largo de 2021, y se dará prioridad a las deficiencias críticas en el sector del agua, saneamiento e higiene.
Más información
Source: UNHCR
Source: Financial Tracking Service
República Democrática del Congo Regional
Análisis del contexto, la crisis y las necesidades
En 2020, la complejidad de la crisis de la RDC continuó a medida que la situación de la seguridad se deterioraba progresivamente debido a los continuos conflictos interétnicos y a los ataques armados en Kivu del Sur. Esta situación se vio agravada por la pandemia de la COVID-19 y la reaparición de un brote del ébola en las provincias de Kivu del Norte e Ituri. Desde 2019 y a lo largo de 2020, el aumento de la violencia junto con otras razones de fondo, como los grandes desafíos socioeconómicos, las deficiencias estructurales y la dinámica en torno a la gobernanza y los recursos minerales, han dado lugar al desplazamiento interno masivo de casi 5 millones de personas, lo que hace que sea la mayor situación de desplazamiento interno de África.
La mayoría de las personas desplazadas permanecen dentro de la RDC, pero decenas de miles de nuevos refugiados han huido a través de las fronteras desde principios de 2020. Los refugiados siguieron huyendo sobre todo de las zonas orientales de Kivu del Norte y del Sur y de las provincias de Ituri hacia Uganda y otros países de los Grandes Lagos, y de Haut Katanga y Tanganyika hacia Zambia y otros países de África del Sur. Algunos países de acogida de la región experimentaron una reducción de las salidas, mientras que otros países, especialmente Burundi y Angola, comunicaron una reducción neta de la población congoleña atribuida a los regresos espontáneos, lo que sugiere una estabilidad general en algunas zonas de origen.
Las necesidades de los refugiados congoleños en la región siguen siendo considerables, y la precaria situación de la mayoría de los países que acogen a refugiados en medio de la pandemia de la COVID-19 pone de relieve la importancia de acercarles la asistencia humanitaria y de protección. Las medidas de prevención de la COVID-19 dieron lugar a un aumento de los riesgos de protección de los refugiados de la República Democrática del Congo con necesidades específicas. Aumentaron los informes sobre la violencia de género, y medidas como el cierre de escuelas y la suspensión de los espacios acogedores para los niños y las actividades deportivas dieron lugar a un mayor descuido de los niños, y a la participación de los adolescentes en mecanismos negativos para hacer frente a la situación. En Zambia, se ha registrado una reducción significativa de la asistencia de las niñas a las escuelas desdel confinamiento. Además, los prolongados períodos de confinamiento para prevenir y reducir la propagación de la COVID-19 tuvieron un efecto negativo en la situación económica de los refugiados, ya que éstos no pudieron realizar sus actividades habituales de subsistencia.
Situación prevista para 2021 y más allá
El PRR 2021 de la RDC reúne a 70 socios. Su objetivo es atender las necesidades de los refugiados congoleños recién llegados a la región y de los que se encuentran en situaciones prolongadas, así como ayudar a los miembros afectados de las comunidades de acogida. Todos los socios humanitarios y de desarrollo que participan en el PRR de la República Democrática del Congo brindarán protección y asistencia a los refugiados y solicitantes de asilo congoleños. Se prestará mayor atención a la creación de oportunidades de medios de vida sostenibles en consonancia con el Pacto Mundial sobre los Refugiados, tanto para los refugiados como para la población de acogida, fomentando así la coexistencia pacífica. ACNUR y sus socios seguirán promoviendo ante las autoridades del país de acogida la inclusión de las respuestas humanitarias en los servicios del sistema nacional, principalmente en las esferas de la educación, la salud, el agua y los servicios sociales.
Response priorities in 2021
En 2021, las prioridades de la protección de la infancia incluirán el fortalecimiento de las redes de protección de la infancia y la continuación de la gestión de los casos, así como la vigilancia y el seguimiento de los niños no acompañados y separados. También se facilitará la localización y la reunificación de las familias. En el ámbito de la educación, la respuesta tendrá por objeto impartir clases de nivelación y recuperación a los alumnos que no puedan seguir los programas de enseñanza a distancia y a las clases importantes vinculadas con exámenes.
Por conducto del PRR, los socios procurarán fortalecer los medios de vida y la capacidad de recuperación de los refugiados de la República Democrática del Congo y las comunidades de acogida. En Zambia, se fortalecerán las asociaciones con instituciones financieras previamente identificadas para mejorar el acceso a los servicios financieros, la capacitación en materia de conocimientos financieros, la capacitación básica en materia de aptitudes empresariales, el suministro de capital comercial y el acceso a la información sobre el mercado para las personas y los grupos comunitarios de microahorros y préstamos. En la República Centroafricana, los organismos financiarán actividades generadoras de ingresos de grupos mixtos (población de acogida y refugiados o solicitantes de asilo) a fin de promover la coexistencia pacífica entre ambas poblaciones. Los socios seguirán organizando cursos prácticos de fomento de la capacidad para desarrollar aptitudes en la gestión de proyectos de pequeñas empresas. En Burundi, algunas de las principales medidas propuestas para los refugiados jóvenes y adultos son la formación profesional y las pasantías en empresas locales, la capacitación y el apoyo financiero de actividades generadoras de ingresos y el apoyo en materia de técnicas y materiales agrícolas.
Apoyo a la integración local y fortalecimiento del nexo entre la ayuda humanitaria y el desarrollo
En 2021, los socios del PRR seguirán trabajando en proyectos ambientales, como los establecidos en Rwanda. Se seguirá colaborando con el Ministerio de Gestión de Emergencias en proyectos que beneficiarán a los refugiados y a las comunidades de acogida, con financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial.
Los programas de respuesta en África del Sur se han adaptado para observar el distanciamiento social y otras medidas de mitigación de la COVID-19. En 2021, los socios del PRR seguirán centrándose en las comunicaciones sobre los riesgos para difundir información sobre la prevención y los servicios relacionados con la COVID-19. Se instalarán instalaciones adicionales para el lavado de manos y se distribuirá más jabón para continuar con las buenas prácticas de higiene y reducir el riesgo de propagación de la COVID-19. Para responder a las múltiples necesidades sanitarias de los refugiados, los socios aumentarán el acceso a la atención de la salud. Se reforzará la localización de los casos de la COVID-19 y se emplearán más profesionales de la salud calificados.
Las operaciones de repatriación voluntaria se reanudarán en 2021, siempre que las condiciones sean propicias para un retorno sostenible. En la República Centroafricana, aproximadamente 5.000 refugiados y solicitantes de asilo de la República Democrática del Congo han expresado su intención de regresar. Se organizará su repatriación voluntaria, siempre que se disponga de recursos. Se apoyará la integración local de los que deseen quedarse. Los socios del PRR seguirán tramitando los casos vulnerables de los refugiados de la RDC que necesiten reasentamiento.
Sudán del Sur Regional
Análisis del contexto, la crisis y las necesidades
Las condiciones no son todavía propicias para facilitar una repatriación voluntaria segura y digna a Sudán del Sur debido al conflicto armado en curso y a las violaciones de los derechos humanos. Ello a pesar de la firma del Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en la República del Sudán Del Sur (R-ARCSS) por las partes beligerantes en septiembre de 2018 y la formación del Gobierno de Transición de Unidad Nacional en febrero de 2020. Algunos refugiados del Sudán Del Sur han regresado espontáneamente a su país, pero continúa el desplazamiento forzoso en gran escala dentro del país, y se han registrado nuevas entradas de refugiados en todos los países de asilo en 2020.
Los socios del PRR en todos los países están trabajando con los gobiernos de acogida para promover la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales y asegurar su acceso a los servicios básicos junto con las comunidades de acogida. Sin embargo, siguen existiendo problemas considerables. La mayoría de los refugiados de Sudán del Sur de la región se encuentran en zonas relativamente remotas, subdesarrolladas y económicamente desatendidas. Las comunidades de acogida se encuentran a menudo en una situación socioeconómica precaria, afectada por la inseguridad alimentaria y la desnutrición. Pueden sufrir de un acceso limitado a los servicios sociales básicos y a la infraestructura económica, así como de escasas oportunidades de ganarse la vida. La presencia de refugiados podría agravar aún más su situación al aumentar la competencia por los limitados servicios sociales, las oportunidades de subsistencia y los recursos naturales. Es necesario abordar urgentemente estos problemas relacionados con el desarrollo para evitar tensiones entre los refugiados y las comunidades de acogida, que podrían repercutir negativamente en la protección y la seguridad de los refugiados. La pandemia de la COVID-19 y las graves inundaciones que se han producido en algunos países de la región han agravado la situación ya de por sí nefasta.
Los refugiados de Sudán del Sur se enfrentan a graves riesgos de protección, en particular la violencia sexual y de género, debido a las prácticas tradicionales perjudiciales, la pérdida de ingresos y de oportunidades de subsistencia, el cierre de escuelas, el hacinamiento en los albergues, la falta de suministro de energía doméstica y la reducción de la asistencia humanitaria. Los niños refugiados constituyen el 65% de la población y están expuestos a riesgos particulares. La situación de decenas de miles de niños no acompañados y separados es particularmente preocupante, ya que muchos sufren acoso, explotación, abandono y abuso. Un gran número de niños refugiados no asisten a la escuela debido a la pandemia y a que los altos niveles de pobreza obligan a algunos niños a trabajar más bien.
Como resultado, muchos niños están expuestos al trabajo infantil, al matrimonio precoz y a la movilidad continua, incluidos el contrabando y la trata. La identificación y evaluación eficaces y el apoyo específico a los niños en situación de riesgo siguen siendo limitados y se ven agravados por la falta de servicios especializados de protección de la infancia, en particular en las zonas remotas.
Situación prevista para 2021 y años posteriores
Los socios del PRR reforzarán los sistemas nacionales de protección de la infancia, incluida la inscripción de los nacimientos, darán prioridad a la reunificación familiar y a la ubicación en centros de atención alternativa, y mejorarán el acceso a la educación de calidad. Los socios del PRR también intensificarán la prevención y la respuesta a la violencia sexual y de género, darán prioridad al apoyo a las personas con necesidades específicas, consolidarán los mecanismos de protección de base comunitaria y ampliarán el apoyo psicosocial y de salud mental.
Los socios del PRR continuarán reforzando la respuesta y satisfaciendo las necesidades vitales de los refugiados de Sudán del Sur, al tiempo que refuerzan los mecanismos nacionales de protección y resistencia en los países de asilo. Es urgente crear mejores condiciones para promover la autosuficiencia de los refugiados en los países de asilo mediante el aumento de las oportunidades de subsistencia, la ampliación de la asistencia en efectivo y la inclusión socioeconómica de los refugiados, en particular en las esferas de la salud, la educación y el empleo. Es esencial aumentar la libertad de circulación y el acceso de los refugiados a los mercados, incluida la agricultura en pequeña escala, para hacer frente a la inseguridad alimentaria crónica debida a los repetidos recortes de las raciones. Los socios del Programa de Reforma de la Política Regional procurarán integrar la respuesta de los refugiados con los planes de desarrollo y los esfuerzos por promover el crecimiento socioeconómico.
Las innovaciones generan ingresos para los refugiados y las comunidades de acogida durante la crisis de la COVID-19
Prioridades de la respuesta en 2021
En el plan de acción regional para Sudán del Sur para 2021 se esboza la estrategia de respuesta multiinstitucional y los requerimientos financieros de 94 socios, que apoyan a los gobiernos de acogida para que brinden protección y asistencia en los cinco principales países receptores de asilo. El plan actualizado, elaborado de conformidad con el Modelo de coordinación para los refugiados, adopta un enfoque amplio y orientado a la búsqueda de soluciones e incluye las repercusiones en las comunidades de acogida. En el plan de acción regional 2021 para Sudán del Sur se prevé un compromiso más firme con los socios para el desarrollo y la consolidación de la paz. En él se reconoce la necesidad de ir más allá de la asistencia de emergencia para fortalecer la capacidad de recuperación y la autosuficiencia de los refugiados de Sudán del Sur, y de apoyar a las comunidades de acogida para fortalecer una coexistencia pacífica.
La República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda han elaborado respuestas para los refugiados en consonancia con el GCR, articulando respuestas prioritarias de múltiples interesados. El establecimiento de la Plataforma de Apoyo de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), puesta en marcha en el Foro Mundial sobre los Refugiados en diciembre de 2019, junto con las promesas formuladas por Sudán del Sur y los cinco países del PRR, contribuirá a una estrategia integrada de protección y soluciones para los refugiados de Sudán del Sur.
El PRR facilitará la participación de los refugiados en las iniciativas de consolidación de la paz, promoviendo la cohesión social entre las comunidades de refugiados y de acogida y los esfuerzos de reconciliación nacional en Sudán del Sur. También se prevén intervenciones para promover la energía sostenible y prevenir o revertir la degradación ambiental vinculada a los sitios de refugiados. Continuarán las actividades de prevención y respuesta a la COVID-19, y a lo largo de 2021 se dará prioridad a las deficiencias críticas en el sector del agua, el saneamiento e higiene.
Más información
Source: UNHCR
Source: Financial Tracking Service
Siria Regional
Análisis del contexto, la crisis y las necesidades
La crisis siria sigue siendo la mayor situación de refugiados del mundo, con algunos refugiados que se acercan a casi una década de desplazamiento. Turquía, el Líbano, Jordania, Iraq y Egipto siguen acogiendo colectivamente a más de 5,5 millones de refugiados. Turquía acoge el mayor número de refugiados del mundo, mientras que el Líbano y Jordania tienen una de las mayores concentraciones de refugiados per cápita del mundo. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos de acogida, que han contado con el firme apoyo de la comunidad internacional durante muchos años, las crisis de múltiples niveles en toda la región siguen teniendo un profundo impacto en los países de acogida, las comunidades de acogida vulnerables y los refugiados. Ello ha exacerbado las condiciones socioeconómicas, exponiendo aún más las vulnerabilidades subyacentes y aumentando los riesgos de protección.
Los efectos de la COVID-19 han hecho que una situación difícil sea aún más difícil para los refugiados sirios. Si bien las tasas de pobreza ya eran altas, los refugiados han perdido sus medios de vida. Se están endeudando y cada vez son más incapaces de satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación, la educación, la salud y el alquiler, debido a los efectos de la COVID-19. Más del 60% de los hogares de refugiados informaron de la pérdida de empleos y de todos sus ingresos debido a la pandemia en algunos países del 3RP. El consumo de alimentos se ha reducido. Alrededor del 35% de los niños no asisten a la escuela, mientras que más del 20% de los niños no pueden continuar su educación a través de la enseñanza a distancia. También prevalecen los riesgos de protección con el riesgo de la trata; la limitada libertad de circulación; la falta de documentación; las cuestiones relativas a la vivienda, la tierra y la propiedad; la violencia sexual y de género; y los problemas de protección de los niños que persistirán y, en algunos casos, aumentarán en 2021.
Situación prevista para 2021 y más allá
Las dificultades que enfrentan las comunidades de acogida vulnerables han sido por mucho tiempo severas y ahora están empeorando. La COVID-19 ha acelerado la pobreza y el desempleo. Los precios de los alimentos han aumentado casi un 100% en algunos países durante el último año. Muchos miembros de la comunidad de acogida, incluidos los hogares encabezados por mujeres, trabajan en el sector informal y a menudo no son tenidos en cuenta por las redes nacionales de seguridad. El empleo de los jóvenes se aproxima al 50% en algunos países. Los países de acogida también se enfrentan a problemas macroeconómicos sin parangón. Tras casi un decenio de acoger a algunas de las personas más vulnerables del mundo, esos gobiernos se ven ahora duramente afectados por el empeoramiento de las condiciones económicas y las crecientes presiones financieras. Esto ejerce nuevas y graves presiones sobre la capacidad de las instituciones nacionales y locales para mantener los servicios para todos, lo que pone en peligro la cohesión social y amenaza con hacer retroceder los avances en materia de desarrollo conseguidos con tanto esfuerzo. Es probable que estas tendencias continúen en 2021 y más allá.
Prioridades de la respuesta en 2021
En 2021, más de 150 socios del 3RP, en consonancia con el GCR y la aplicación de los ODS, seguirán apoyando a los gobiernos de acogida en sus esfuerzos por promover la capacidad de recuperación de todos, asegurar que nadie se quede atrás y garantizar que se puedan satisfacer las necesidades de los refugiados sirios, las comunidades de acogida y otras poblaciones vulnerables.
La respuesta en 2021 comprenderá programas y actividades que, en conjunto, tratarán de lograr progresos en las cuatro esferas siguientes en estrecha coordinación con las partes interesadas nacionales y con actores como las instituciones financieras internacionales:
Protección de las personas: La protección de las personas es el eje central de la respuesta del 3RP para garantizar que nadie se quede atrás. Este enfoque informa todos los aspectos de la promoción y la programación. Los programas y actividades clave en esta esfera incluyen el apoyo al acceso a la protección, la no devolución, el registro, el fortalecimiento del espacio de protección, la prevención y la respuesta a la violencia y la explotación, la tramitación de casos, la facilitación de derivaciones, la asistencia jurídica y la difusión de información.
Promoción de soluciones duraderas: Los refugiados siguen necesitando acceso al territorio, protección internacional y apoyo en los países de asilo. Dada la prolongada situación, se necesitan urgentemente oportunidades de soluciones duraderas para que los refugiados puedan mirar al futuro con esperanza y dignidad. Entre los programas y actividades clave en esta esfera figuran el reasentamiento y las vías complementarias, el apoyo a las personas que toman una decisión voluntaria e informada de regresar a Siria, así como la promoción de oportunidades locales.
Contribuir a una vida digna: La crisis sigue repercutiendo en el bienestar socioeconómico de las poblaciones vulnerables debido a una serie de factores, relacionados con las múltiples privaciones a las que se enfrentan los refugiados y las poblaciones de acogida vulnerables. El apoyo a las condiciones y oportunidades propicias para que todos lleven una vida digna es una prioridad para todos los socios del programa 3RP en una serie de sectores. Los principales programas y actividades en esta esfera se refieren a la asistencia polivalente en efectivo, las oportunidades de subsistencia, el apoyo a la educación, la salud y los servicios de agua, saneamiento e higiene, los sistemas para los refugiados y las comunidades de acogida vulnerables, y el apoyo a la vivienda para los refugiados que viven en campamentos.
Mejorar la capacidad local y nacional: La ampliación de la capacidad de las instituciones y los sistemas ayuda a brindar protección y servicios sociales esenciales, a fomentar la cohesión social y a aumentar las oportunidades de las comunidades afectadas de llevar una vida digna. Los principales programas y actividades en esta esfera comprenden el desarrollo de la capacidad y la capacitación de las instituciones públicas a todos los niveles, el apoyo a la infraestructura y los servicios locales, el apoyo técnico y el fortalecimiento de las alianzas normativas y de otra índole con una amplia gama de actores locales.
Notas
- Estas cifras de personas necesitadas y de personas destinatariasla asistencia incluyen a los refugiados y repatriados, así como a los miembros afectados de las comunidades de acogida; sin embargo, son provisionales y están sujetas a la planificación operativa en curso para 2021. Las necesidades financieras son preliminares y están pendientes de finalización y aprobación por los socios.
- Las cifras de las personas necesitadas y de las personas a las que se dirige incluyen a los refugiados, así como a los miembros afectados de las comunidades de acogida. No obstante, son provisionales y están sujetas a la planificación operacional en curso para 2021. Las necesidades financieras son preliminares y están pendientes de finalización y aprobación por los socios.
- Las cifras de personas necesitadas y personas destinatariasla asistencia incluyen a los refugiados, así como a los miembros afectados de las comunidades de acogida. Sin embargo, son provisionales y están sujetas a la planificación operativa en curso para 2021. Las necesidades financieras son preliminares y están pendientes de finalización y aprobación por los socios.
- Las cifras de personas necesitadas y personas destinatariasla asistencia incluyen a los refugiados, así como a los miembros afectados de las comunidades de acogida. Sin embargo, son provisionales y están sujetas a la planificación operativa en curso para 2021. Las necesidades financieras son preliminares y están pendientes de finalización y aprobación por los socios.