De cara al 2021, casi el doble de personas necesitarán asistencia humanitaria en comparación con hace sólo cinco años. Se han logrado avances fundamentales en la atención de las necesidades y la vulnerabilidad mediante una colaboración más estrecha. La comunidad humanitaria puede seguir aprovechando esos logros mediante el fortalecimiento de la colaboración entre los actores del desarrollo humanitario y la consolidación de la paz.
La respuesta de COVID-19 se basa en una creciente cultura de colaboración entre los actores humanitarios y de desarrollo. Los Coordinadores Residentes y Humanitarios y los equipos en los países colaboran para crear una comprensión conjunta de los efectos inmediatos y a largo plazo de la COVID-19. Este análisis conjunto también ha examinado los factores que determinan las necesidades en los sectores de la asistencia humanitaria y el desarrollo. Las evaluaciones y los planes de respuesta para hacer frente a las repercusiones socioeconómicas de la pandemia incorporan con mayor regularidad a las instituciones financieras internacionales y complementan los esfuerzos de respuesta humanitaria. De los países incluidos en este GHO, 22 también tienen un plan socioeconómico listo para 2021 y más allá, y Myanmar ha participado en el Fondo de Respuesta y Recuperación de la COVID-19 del Secretario General de las Naciones Unidas para abordar de manera más integral las necesidades humanitarias y de desarrollo de la población.
Planes / marcos de respuesta socioeconómica de las Naciones Unidas
La respuesta a la COVID-19 ha dado lugar a una importante expansión de los sistemas nacionales de protección social, y más de 200 países han aplicado esas medidas desde el comienzo de la pandemia. Ello ha beneficiado a más de 1.000 millones de personas, incluidos millones de personas vulnerables en todos los contextos humanitarios. Esto ilustra la importancia de vincular los sistemas nacionales de protección social con la asistencia humanitaria en efectivo (véase Asistencia en Efectivo y en Vales para más detalles).
Afganistán: evaluación de las necesidades desde una perspectiva conjunta
Las instituciones financieras internacionales han aumentado las inversiones en desarrollo en contextos frágiles, lo que ofrece oportunidades para una colaboración más estrecha a fin de reducir la vulnerabilidad. A mediados de septiembre de 2020, las IFI y los bancos multilaterales de desarrollo habían comprometido aproximadamente 182.000 millones de dólares para ayudar a los gobiernos y al sector privado a responder y recuperarse de la COVID-19, centrándose especialmente en los contextos frágiles para apoyar la respuesta inmediata en materia de salud y reducir al mínimo los efectos socioeconómicos. Las instituciones financieras internacionales han ido reasignando cada vez más fondos para apoyar la respuesta inmediata a COVID-19, complementando los esfuerzos de la respuesta humanitaria.
Colaboración entre la acción humanitaria y el desarrollo en materia de nutrición: lecciones de Afganistán, Myanmar y Níger
Más información
Source: UNDP
Source: World Vision International
Notas
- En 2020, 235 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria en comparación con 125 millones de personas en 2016.
- Gentilini, Almenfi, Orton y Dale, Social Protection and Jobs Responses to COVID-19 : A Real-Time Review of Country Measures, Banco Mundial, 22 de Julio de 2020
- Segal y Gerstel, International Financial Institutions' Ongoing Response to the Covid-19 Crisis, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, 21 de septiembre de 2020